Evo no pudo con la calle

Evo Morales anunció su renuncia a través de un mensaje a la nación, tras tres semanas de protestas contra su polémica reelección y tras perder el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía.

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Presionado por las fuerzas armadas y la oposición, el presidente boliviano, Evo Morales, renunció a su cargo, horas después de convocar a nuevas elecciones tras el resultado de la auditoria de la OEA en los comicios del 20 de octubre que arrojaron «serias irregularidades».

«Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa», afirmó Morales en su mensaje televisivo. «Renuncio a mi cargo de presidente para que [Carlos] Mesa y [Luis Fernando] Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales», expresó.

A la renuncia de Morales le siguió la del vicepresidente, Álvaro García Linera, y la de Adriana Salvatierra, presidenta del Senado y tercera en la línea de sucesión. Antes que dimitiera el líder del MAS había presentado su renuncia el titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda.

Ahora la decisión quedará bajo discusión en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que debe llamar a una sesión de urgencia donde definirá cómo proceder respecto de quién quedará al mando del país.

LA PRESIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS

Antes de que Morales anunciara su decisión, Williams Kaliman, comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, le había aconsejado al presidente que renunciara a su mandato para pacificar el país.

«Ante la escalada de conflicto que atraviesa el país sugerimos al presidente Evo Morales que renuncie a su mandato permitiendo la pacificación del país», dijo Kaliman. A este pedido se sumó el General Comandante de la Policía, Vladimir Yuri Calderón, quien también sugirió a Evo Morales que renunciara al cargo de Presidente de Bolivia.

Por su parte, Luis Fernando Camacho, quien encabeza el Comité Pro Santa Cruz, ingresó al Palacio de Gobierno a dejar la carta donde pide la renuncia de Evo Morales.

En tanto, el candidato, Carlos Mesa, publicó en su cuenta de Twitter: «A Bolivia, a su pueblo, a los jóvenes, a las mujeres, al heroísmo de la resistencia pacífica. Nunca olvidaré este día único. El fin de la tiranía. Agradecido como boliviano por esta lección histórica. ¡Viva Bolivia!»

EL INFORME DE LA OEA

Después de tres semanas consecutivas de protestas tras las cuestionadas elecciones, la Organización de los Estados Americanos (OEA) auditó el proceso electoral bolivariano, determinó irregularidades en los comicios de octubre.

En ese informe, sobre el total de las actas, el organismo recopiló una muestra de 894 actas originales, 176 de ellas argentinas. Según determinó la OEA, en el 38,07% de las actas se presentaron «inconsistencias con el número de ciudadanos que sufragaron», es decir, que las actas reflejaban un mayor número de votos que el total de las listas índice.

Entre las inconsistencias encontradas en los comicios bolivarianos, la OEA encontró «fallas en la cadena de custodia», errores en la empresa de Software Neotec que «no respetó la integridad del software utilizado», mezclas entre actas de prueba y actas oficiales, falsificación de firmas y alteración de actas, entre otros.

En ese sentido, indicó: «Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta. Así mismo, determinó que «no puede validar los resultados de la elección» y recomendó «otro proceso electoral» que cuente con nuevas autoridades para poder llevar a cabo comicios «confiables».

LLAMADO A ELECCIONES

Ante el resultado de la auditoría, Morales convocó ayer en la mañana a nuevas elecciones «que, mediante el voto, permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus autoridades», dijo. Y agregó que renovaría la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Después del anuncio, la Fiscalía General de Bolivia ordenó una investigación sobre los miembros del tribunal electoral y cualquier otro individuo implicado en las irregularidades de las elecciones del pasado 20 de octubre.

Para ello, solicitó la formación de una Comisión de Fiscales Especializados para investigar y «librar y emitir en el día los requerimientos, mandamientos, órdenes y resoluciones que permitan la aplicación de las medidas cautelares correspondientes».

En este escenario, los líderes de la oposición, el expresidente, Carlos Mesa, y Luis Fernando Camacho, que encabeza el presidente del Comité Pro Santa Cruz, pidieron la renuncia de Morales. Mesa, quien se ubicó segundo en la contienda presidencial, dijo que Morales no debe volver a postularse tras comprobarse lo que calificó como un «monstruoso fraude». «Si le queda un ápice de patriotismo (a Morales) debería dar un paso al costado», sostuvo Mesa.

JÚBILO TRAS RENUNCIA DE EVO

La reacción fue inmediata. Ni bien Evo Morales, a las 16:51 (hora de Bolivia), renunció a la presidencia del país, los ciudadanos llenaron las principales calles de diferentes ciudades del país para celebrar un pedido que a medida que pasaron los días, tras las elecciones del 20 de octubre, creció a pasos agigantados hasta volverse insostenible para la primera autoridad de Bolivia. La presión fue mayor en las últimas horas al conocerse el informe de la OEA, que señaló varias irregulares en los comicios.

Para festejar se formaron un sinnúmero de caravanas de vehículos y multitudes que ondeaban la tricolor, y cuyas frases en su mayor parte decían: “Se va un tirano” o “Recuperamos la democracia”. El estribillo de ‘guerra’ de “quién se cansa, nadie se cansa. Quién se rinde, nadie se rinde. Evo de nuevo, huevo carajo”, se escuchó por doquier.

En el centro paceño una comitiva, liderada por el presidente del comité cívico cruceño, Luis Fenando Camacho, crecía a cada paso que daba por las principales calles de la urbe ante la ovación de la gente. Escoltados por la policía, ellos a esa hora ya habían cumplido su objetivo de dejar en Palacio Quemado la carta de pedido de renuncia de Evo Morales, que fue el mandato del Cabildo realizado en Santa Cruz y luego en el país. (Fuente: Agencias AFP, AP, Reuters, El Deber, La Nación)

«No tengo por qué escaparme»

En medio de la creciente tensión que azota a Bolivia en estas horas y tras la renuncia de Evo Morales, el exmandatario partió en el avión presidencial desde el aeropuerto de El Alto, cerca de La Paz, con destino a la localidad de Chimoré, en el departamento de Cochabamba. Apuntó que no tiene «por qué escaparse».

«Vamos a seguir desde las bases. Con seguridad. Yo vuelvo a la zona del trópico de Cochabamba para estar con mis compañeros. No tengo por qué escaparme, quiero que sepa el pueblo boliviano. No he robado a nadie. Nada. Si alguien piensa que estamos robando, que me diga, que presente una prueba, una prueba de que hemos robado», subrayó, según informaciones de la agencia boliviana de noticias ABI.

En conferencia de prensa, Morales desmintió cualquier rumor sobre una posible fuga del país tras renunciar al cargo como presidente de Bolivia, luego de ser presionado por las fuerzas armadas y la oposición. También insistió en que continuará su lucha por los pobres desde «las bases del trópico de Cochabamba».

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