Memoria a Alan García Pérez, dos veces presidente del Perú

Con Alan García Pérez, el Perú avanzó económica y socialmente mucho más que todos los países de América Latina. Por lo que, su decisión inesperada de partir a la vida eterna, deja un sinfín de análisis de índole política y judicial. Dejemos que el tiempo y la historia lo juzgue con racionalidad.

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POR: DRA. HILDA GUEVARA GÓMEZ [EXPARLAMENTARIA POR MOQUEGUA (2006 – 2011)]

Como exparlamentaria del segundo gobierno Aprista, quiero honrar su memoria a través de sus obras, de las fuimos testigos todos los peruanos. Tuve la oportunidad de ser convocada a formar parte de las candidatas por la cuota de género al Congreso de la República por mi querida Moquegua, y de al llegar al Congreso sentí una enorme responsabilidad de representar con honor y responsabilidad a Moquegua y a todos los peruanos.

Llegué a formar parte de los ocho Congresistas del PAP a quien convocaba cuando se presentaron los conflictos sociales. Estuvimos con el Premier Jorge Del Castillo día a día en el diálogo y propuestas legislativas para atender la petición de un Canon justo para Moquegua, y como no reconocer la Ley 29281, promovida por el Premier Jorge Del Castillo Gálvez y promulgada por el Presidente Alan García el 24 de noviembre del 2008.

Alan García Pérez, con mayor madurez política y mayor compromiso con el Perú, en su gobierno sus obras hablan por él como gobernante. Su personalidad especial, de un líder político formado para llevar al PAP dos veces al gobierno, con características insuperables en la oratoria y en su capacidad de convocar a otros líderes políticos para confiar el liderazgo de gabinetes en técnicos de otros partidos e ideología, creo que hacen de él un gran demócrata.

Lo más destacado por los analistas de la economía y la política fue el crecimiento económico que se expresó a través de un Producto Bruto Interno (PBI) del 8% entre el 2006, incrementándose al % en los dos años siguientes. Impulsó la economía internacional a través de la firma de los tratados de Libre Comercio (TLC), especialmente con Estados Unidos de Norte América. Entre las obras materiales más importantes, están:

Reducción de la pobreza de un 48% hasta un 30 %, 4 millones y medio de personas superaron el nivel de la pobreza.

Se hizo 151, 200 obras, invirtiendo en ellas 86 mil millones de soles, dando trabajo en construcción a más de 800 mil personas en cada uno de estos cinco años.

Lograron tener electricidad por primera vez 3 millones 200 mil peruanos en 11,200 pueblos. Se asfaltaron 10, 500 kilómetros de carreteras (más de lo que se hizo en los últimos 20 años).

Se entregaron 840,000 títulos de propiedad. Se han construido nuevos hospitales con modernos equipos

Se culminó la construcción del tren eléctrico y el Estadio Nacional.

Obras no materiales: Reforma de la educación, la evaluación y la capacitación de maestros y alumnos.

Articulación de la seguridad social con el Ministerio de Salud y otras instituciones; logrando que, de cada 100 personas, 70 tengan un seguro de salud (anteriormente de cada 100 personas, 36 tenían seguro de salud).

Se redujo las tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna, y se aumentó la administración de vacunas. Se alfabetizo casi 1 millón 700 mil personas, con ello se convirtió al Perú un territorio libre de analfabetismo.

Los grandes mercados nos ofrecen 2,700 millones de consumidores para nuestros productos gracias a los Tratados de Libre Comercio.

Las divisas aumentaron de 15, 000 hasta 47, 000 millones de dólares garantizando toda obra e inversión.

Las exportaciones aumentaron de 17, 000 millones de productos a los 40, 000 millones. Se crearon 2 millones 300 mil empleos, y la distancia entre el 2% de peruanos más ricos y el 20% de los peruanos más pobres se ha acortado.

Con Alan García Pérez, el Perú avanzó económica y socialmente mucho más que todos los países de América Latina. Por lo que, su decisión inesperada de partir a la vida eterna, deja un sinfín de análisis de índole política y judicial. Dejemos que el tiempo y la historia lo juzgue con racionalidad.

Dejemos que, en estos días de dolor para su familia, para el pueblo aprista y para los amigos del APRA, sean días de fraternidad, solidaridad y compartimiento de sentidas condolencias y resignación para su familia.

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