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Coronavirus: entre la crisis y las propuestas

Se necesita medidas urgentes de prevención ante la crisis, a grandes males grandes remedios. La disponibilidad del fondo de emergencia para atender a los vulnerables ha sido acertada, no es menos cierto también que esta ha tenido serias y fuertes falencias porque no ha coberturado a todos los necesitados.

La crisis suscitada por la expansión del coronavirus en todo el escenario mundial está demandando de los gobernantes, empresarios y actores de la sociedad civil el análisis y las propuestas para su superación.

Son tres aspectos que se encaran, primero, la prioridad de aislar, frenar y eliminar la pandemia; segundo, la recesión económica; tercero, las respuestas sociales.

En sanidad las medidas de seguridad están dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero no todos los Estados las asumieron y segundo la elevada privatización de la salud no sirve para este caso en que la enfermedad va por todos los países y está en todas las clases sociales.

Agreguemos el inoportuno anuncio de Trump de quitarle presupuesto a la OMS (Organización Mundial de la Salud. La mayoría de los estados por gravedad han optado por decretar la cuarentena y aislamiento, a algunos les ha dado buenos resultados, a otros no tan buenos. Pero, existen opiniones contrarias a esta propuesta, consideran que la cuarentena es un arresto domiciliario, que el tránsito y el comercio deben ser libres y que es la propia sociedad la que se controlara de contaminaciones.

La realidad ha demostrado lo contrario con España, Italia y los Estados Unidos, se multiplicó el virus por contagio. Peor sería en  el Perú que somos 70% informales y que tenemos un gran segmento que vive del ingreso del día a día  y que sale a calle.

En lo económico la CEPAL(Comisión Económica para América Latina y el Caribe es el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas responsable de promover el desarrollo económico y social de la región) al respecto dice que “que cinco son los principales canales externos de impacto para América Latina y el Caribe: la declinación de la actividad económica de nuestros principales socios comerciales, especialmente China; la baja en el precio de nuestras materias primas (commodities); la interrupción de las cadenas globales y regionales de valor; la baja aguda en la demanda de servicios de turismo que afecta fundamentalmente a El Caribe; y un aumento en la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras globales y la salida de capitales de la región, con la consecuente devaluación de nuestras monedas” .

No cabe duda que el futuro es incierto y que no vale derramar más agua sobre lo mojado. Nuestro país que no logro cambiar sustancialmente su estructura primario – exportador debe tomar serias decisiones en la próxima etapa. Al respecto El Instituto Peruano de Economía (IPE), en su quinta, edición e Informe de abril 2020 señala que según la Encuetas Permanente de Empleo (EPE) entre Enero – Marzo solo en Lima Metropolitana ya el empleo se había reducido en 5,400 puestos de trabajo y se suma que en la cuarentena se estima que entre el 50 y 55% de las actividades económicas están paralizadas, por tanto el empleo decaerá más.

Entonces se necesita medidas urgentes de prevención ante la crisis, a grandes males grandes remedios. La disponibilidad del Fondo de emergencia para atender a los vulnerables ha sido acertada, no es menos cierto también que esta ha tenido serias y fuertes falencias porque no ha coberturado a todos los necesitados.

Se suma las indecisiones como la no aprobación del retiro del 25% de los fondos del AFP y la cuestionada “suspensión perfecta de labores”. Al respecto el Centro de Derechos y Desarrollo (CEDAL) ha anotado que actualmente la política económica – laboral favorece a los grandes gremios empresariales porque aseguran su capital a costas de la disminución o eliminación de los derechos de los trabajadores.

Se ha destinado 300 millones de soles para créditos a las Mypes y para la mediana y gran empresa (Reactiva Perú) 30 mil millones de soles, se suma la suspensión de contribuciones de los empleadores y trabajadores, el subsidio de 35% de las planillas de ellos. Los trabajadores se les autorizan retirar su fondo de desempleo (CTS) y jubilación (AFPs) para que puedan sostener sus familias.

Se deduce que esta clase empresarial no es moderna, emprendedora y arriesgada; cuando no había crisis decía que el Estado no debe meterse en la economía, cuando la crisis es eminente exige créditos y más beneficios. Mientras tanto los trabajadores que se peleen con su propio CTS y fondo AFP. La experiencia ha demostrado que la crisis de 1929 y la del 2008 no ha sido perjudicando solamente al más débil, por el contrario, el papel del Estado fue fundamental inyectando gasto público e ingresos a los que compran.

El mismo CEDAL, en el orden económico propone que el Fondo para las Mypes se amplié con los intereses de referencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), agrego que sea canalizado por el Banco de la Nación para evitar sobre costos. Incorporar en Reactiva Perú a las Micro y Pequeñas empresas, sanear las deudas con los proveedores del Estado y las deudas sociales en educación y salud, activar el Bono productivo agrario, mejorar el Programa Juntos, organizar a los gobiernos locales, comités del vaso de leche y comedores no solo para ser receptores de donaciones sino activos soldados del freno al coronavirus, cambiar la norma de suspensión perfecta por la de activación perfecta del empleo con eficiencia en el gasto público y programas de empleo temporal (Trabaja Perú, Mi primer empleo, Trabajo sí).

No es descabellada la propuesta de Oscar Dancourt de establecer un Bono Universal de 1000 soles para todos los trabajadores formales e informales que estuvieron o no están en planilla y que no pasan de cierto tope en ingresos. Finalmente, volver a los tiempos de la crisis del 80 y 90 en la participación ciudadana se activó con la formación de comités de defensa, esta vez será y debe ser por la defensa de la vida sin distingo de geografía, clases sociales, raza, estudios y edad.

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