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Concierto de Roger Waters – ex Pink Floyd: Espectacular experiencia sensorial

Todo empezó con “Breathe”, luego se dejó escuchar “Time” con el sonido recordado de las alarmas de relojes. Así discurrieron otras conocidas como “Welcome to the Machine” y el esperado y coreado por muchos “Another Brick in the Wall”.

POR: JURY BAYLÓN DELGADO

Como parte de las más de 20 mil personas, participamos el último sábado en el estadio Monumental de Lima, de la que sin duda es una de las mejores, sino la mejor, experiencia sensorial de nuestras vidas, al apreciar el concierto de una de las leyendas vivas del rock progresivo, Roger Waters, fundador y genio creativo de la imagen sonora, visual y lírica de la mítica banda británica, Pink Floyd. Regresó después de 11 años, pero con un espectáculo sin precedentes.

Caracterizado por su puntualidad, Waters inició a las 9 pm su presentación del concierto que es parte de la gira Latinoamericana Us+Them, en el cual tocó las mejores canciones de la banda Pink Floyd, así como algunas de su carrera en solitario.

LA MÚSICA: CLÁSICOS PARA TODA LA VIDA

La experiencia de participar de un concierto de esta naturaleza propone diversos puntos de vista para su análisis. Las canciones clásicas estaban allí. Todo empezó con “Breathe”, luego se dejó escuchar “Time” con el sonido recordado de las alarmas de relojes. Así discurrieron otras conocidas como “Welcome to the Machine” y el esperado y coreado por muchos “Another Brick in the Wall”. Luego de un receso de 20 minutos, en la segunda parte sonaron los eternos clásicos como “Dogs”, “Pigs”, así como “Us and Them” para concluir apoteósico con “Comfortably Numb”. Hasta ahí, el aspecto musical cubrió la expectativa de la concurrencia.

EL SONIDO: REMECIENDO TODO

Pero había más componentes que convertirían a este concierto en el mejor realizado a la fecha en nuestro país, y como dijimos, no sólo por la trascendencia del artista y su música, sino por todo lo relacionado al tema acústico. Fue espectacular, fabuloso, sin precedentes. La potencia de sonido, de acuerdo a expertos de la capital, no se había producido antes en el Perú, en ningún concierto de rock. La sensación de sonido envolvente en todo el estadio, aplicado con el uso de tecnología de vanguardia, permitían percibir tanto los sonidos graves en el piso y en el ambiente, como los agudos de los solos de guitarra en un punto preciso y perfecto, sin llegar a la distorsión. Era impecable.

LA IMAGEN: FABULOSA EXPERIENCIA VISUAL

Otro aspecto muy destacable, tanto como el sonido, fue la imagen. Un conglomerado gráfico de tres gigantescas pantallas de alta definición, se extendían por todo el escenario, cubriendo unos 70 metros de longitud y una altura mayor a los 10 metros.

Sobre ellas, se proyectaban imágenes con mensajes relacionados a las canciones. Fue muy impresionante ver que, en el tema visual, se muestre una extensión real, seguramente impulsadas por hidráulica, de las cuatro chimeneas de la estación eléctrica Battersea Power Station, lo cual ponía al escenario mucho más alto y recordaba la portada del disco “Animals”.

La presencia de un globo gigante en forma de cerdo, traía a la mente a Algie. En su cuerpo se leía “Sean humanos”. El cerdo fue desplazado por el campo causando euforia en el público. Luego, el tema visual no acabaría allí, una proyección de cañones led formaron una pirámide con luces multicolores en representación a la portada del disco “The Dark Side of the Moon” y para concluir el concierto, un despliegue potente y brillante de fuegos artificiales. Qué más espectáculo para nuestros ojos podíamos pedir. Las emociones eran muy fuertes.

EL MENSAJE: RESISTIR

Por si fuera poco, no bastó con el sonido y la imagen; los mensajes que Roger Waters de 75 años edad, proclamó durante toda su presentación, fueron claros y contundentes: resistencia. Resistir al neo fascismo, a los gobiernos de ultraderecha y el sistema que censura al hombre por medio de las comunicaciones, resumiendo con un cartel que elevó: “Pigs Rules the World” (Cerdos Gobiernan el Mundo” en clara alusión al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También se leyeron mensajes concientizadores, en procura de un mejor medio ambiente. Corría el rumor que, como hizo en otros países, Waters muestre un mensaje relacionado al país en donde se presentaba. Algo como “Fujimori Nunca Más”, se especulaba. Finalmente, Waters no lo tomó en cuenta.

LA GENTE: ÚNICA

Un detalle que también forma parte de asistir a un concierto de esta magnitud, es la gente. Llegaron de diversos puntos del Perú, así como de Bolivia, Ecuador y turistas europeos. En las inmensas colas, que empezamos unas ocho horas antes del ingreso al estadio y otras tres esperando el inicio del espectáculo, se crearon tertulias muy ilustrativas entre personas que no nos conocíamos, y con otros que coincidíamos. Un personaje conocido en Mollendo con el que estuvimos en el concierto, es Aldo Rossel, tan seguidor de esta banda, como con los que también compartimos, su hermano Augusto y un amigo, Giancarlo.

Fue un concierto más allá de lo musical, un concierto altamente sensorial, una incomparable experiencia con los sentidos.

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