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Moquegua: en producción, seguimos en lo mismo

En el muro de las lamentaciones está escrito que los gobernantes locales y regionales no tiene la mínima idea de porqué de la necesidad de declarar de interés la promoción de los parques industriales para los empresarios sobre todo de menor o regular tamaño.

Se pensó y se dijo que Moquegua en el futuro cambiaría la estructura de las actividades productivas. Se afirmó que los ingresos al sector público de canon minero y regalías crearían infraestructura para atraer la inversión privada en otras actividades que no fueran solo la minería y pesca extractiva.

Recordemos que hemos vivido un boom minero por más de una década que se tradujo en mayores ingresos fiscales para el erario nacional y como consecuencia para los gobiernos regionales y locales. En la bonanza estas impulsaron principalmente la infraestructura y desarrollo de capacidades educativas básicas.

Se construyeron escuelas, hospitales, algo de carreteras, obras de saneamiento básico, nuevas veredas, plazas, también aumento el empleo temporal principalmente en construcción y proveedurías, y como no, las planillas de empleados públicos se elevaron sustancialmente en las ciudades más urbanas y aquellos distritos beneficiados con el canon.

Anotamos que en ese periodo figurábamos en los primeros lugares de competitividad y en razonamiento matemático, así como comprensión lectora entre otros. Sin embargo, la estructura productiva sigue siendo la misma aproximadamente.

La estadística (Cuadro N°1) así lo demuestra, en los cinco últimos años, que es donde debieron aparecer los cambios, es la minería extractiva y la manufactura metalúrgica las que ocupan el mayor porcentaje del Producto Bruto Interno de Moquegua. Esta última tiene en el 2019 el 46% de la producción, la minería tiene el 28.6%. Ambas suman 74.6%, es decir, tres cuartas partes de la producción departamental.

Ojo, esta característica no es de ahora, es ya de varias décadas. Hacemos el paréntesis que en el caso de manufactura se suman todas las actividades industriales y en ellas están la Fundición de Ilo, la Refinería de Ilo y todas las mini industrias del departamento. Agregamos que la industria pesquera de harina de pescado casi desapareció y por tanto no suma.

En el caso de la minería la producción que se suma es la que convierte en producto final de exportación como lo es el cobre concentrado, por ejemplo, sin mayor valor agregado. El PBI siempre suma el producto final y no el intermedio. Salvo error u omisión como dicen los contadores.

La pregunta del millón es ¿De qué nos sirvió el canon y regalías mineras para facilitar el cambio de la estructura productiva de nuestro departamento? Muchos nos responderán que eso no es un tema del sector público y si lo es del sector privado. Otros afirmarán, que culpa tenemos nosotros que los inversionistas no quieran realizar otras actividades productivas. Serian medias verdades por lo siguiente.

El gobierno nacional, regional y los locales si tiene la obligación de fomentar la inversión privada. ¿Cómo? Creando las condiciones para facilitar la inversión privada responsable y eso significa que se debe asegurar tener buenas carreteras, buenos servicios eléctricos y de agua, planes de desarrollo y plan de ordenamiento territorial actualizados para saber cuáles son nuestras potencialidades y cuáles son las oportunidades, aperturar espacios de diálogo y concertación para interrelacionar la micro, pequeña, mediana y gran empresa de manera vertical u horizontal para lograr, mejorar la salud y educación de nuestro jóvenes para que estén preparados para realizar emprendimientos o estar calificados para poder trabajar en un puesto especializado que demanda elevadas calificaciones.

Por ello es que los gobiernos en sus tres niveles tienen ministerios, gerencias u oficinas especializadas en producción, desarrollo económico y emprendimiento. Tenemos por ejemplo del Ministerio de la Producción en lo nacional, en lo regional la Gerencia Regional de la Producción, en lo local la Gerencia de Desarrollo económico.

Lamentablemente a algunos ex gobernantes locales, regionales y nacionales se les fue la historia. El cuadro y el grafico nos dice que solo el 1% es agricultura y ganadería. Claro, como no va ser, si la irrigación de Lomas de Ilo ha demorado y sigue demorando su cristalización.

La pesca esta en menos del 1%, si bien la pesca industrial ha desaparecido, no es menos cierto que la artesanal sobrevive a expensas de una naturaleza impredecible y que la maricultura resulta siendo un cuento porque todos los años se realizan proyectos y no se ven resultados permanentes.

Construcción tiene el 7% y justificado por la infraestructura que realiza el sector público y la continuidad de la primera etapa de la Mina de Quellaveco. El comercio tiene más del 2% porque no somos productores de abarrotes, alimentos importantes y se traen de otras partes o del interior.  Si queremos resaltar la importancia de servicios en donde están miles de trabajadores desde el ambulatorio, el peluquero, taxista, micro empresario y nuevos emprendedores que requieren lugares adecuados y permanentes para seguir teniendo un empleo de sustento de sus hogares.

En el muro de las lamentaciones está escrito que los gobernantes locales y regionales no tiene la mínima idea de porqué de la necesidad de declarar de interés la promoción de los parques industriales para los empresarios sobre todo de menor o regular tamaño.

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