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La incertidumbre de la pesca

… los tiempos cambiaron, una actividad de base puramente extractiva no era para la eternidad. Le afectarían drásticamente una serie de factores: la corriente del niño, la depredación excesiva del recurso marino, la competencia de los derivados de la soya, la avaricia de los dueños del mar, la carente política pública por darle sostenibilidad a la pesca, la contaminación del mar…

No volverán aquellos tiempos en que la pesca en general era altamente productiva tanto para la industria y el consumo humano. La década el 60 y 70 fueron el boom de la pesca, la biomasa en mar adyacente era abundante, la corriente de Humboldt, de aguas frías, era prodigiosa, en su pasada de sur a norte y a pocas millas de la orilla, traía el plancton que era la comidita para la anchoveta que a su vez era el comienzo de la cadena de toda una variedad de otros peces más grandes y complementariamente miles de mamíferos marinos como los lobos, nutrias y también las aves: gaviotas, pericas, guanay entre otros.

La industria de conserva, harina y aceite de pescado se instaló en Ilo con varias empresas, fue fuente de trabajo de miles de pescadores y trabajadores de fábricas, sus productos se vendían principalmente al mercado internacional y entonces la actividad portuaria era muy activa. Lo mismo ocurría con los pescados para el consumo humano directo, no era complicado comprarlos pues estos estaban baratos, algunos combinados con los mariscos, pulpos, calamares dieron nacimiento a una rica gastronomía y nutritiva.

Pero los tiempos cambiaron, una actividad de base puramente extractiva no era para la eternidad. Le afectarían drásticamente una serie de factores: la corriente del niño, la depredación excesiva del recurso marino, la competencia de los derivados de la soya, la avaricia de los dueños del mar, la carente política pública por darle sostenibilidad a la pesca, la contaminación del mar, el crecimiento incesante de las ciudades colindantes o próximos al mar, la carente cultura emprendedora de capitalizar sus ingresos entre otros.

A partir de la década del 90 la caída de pesca, en especial de la zona sur del país, es una flecha apuntando hacia abajo. No podríamos afirmar categóricamente cuál es el factor principal de su caída o fue simplemente una combinación de todos ellos. La realidad es que la pesca industrial por estos lares es casi inexistente, la pesca para el consumo humano ha disminuido y la dieta de consumo ha cambiado sustituyendo al pescado por el pollo.

En el año 2019, al respecto, la estadística del Ministerio de la Producción en su Boletín del mes de setiembre nos señala que en Ilo se desembarcó solo en el mes de junio 5,899.2 TMB de anchoveta, adiciona que en Pacocha el desembarque de la misma especie en junio fue de 15,689.7 TMB y agosto de 2,420.0 TMB.

Todo el resto de meses del año hasta setiembre no hubo desembarque. Solo en junio en Ilo se realizó la producción de harina de pescado con 1,372.1 TMB y Pacocha lo hizo en el mes de enero, febrero, junio y agosto con 4,218.9.; 1,951.1; 3,609.8 y 551.8 respectivamente (Véase Cuadro N°01.

A manera de conclusión de esta parte deducimos que son pocos de los meses y la cantidad de desembarque de anchoveta, las empresas ubicadas en Ilo solo ese mes produjeron harina y aceite de pescado, la empresa ubicada en Pacocha realizaron en cuatro meses, no se informa donde fue el desembarque, lo cierto la pesca industrial no es ya la actividad bandera de la provincia de Ilo y eso debería permitirnos reiterar que ya es tiempo de pasar de la mentalidad extractora a la vocación cultivadora en el mar como lo es la maricultura.

En enlatados Ilo no está en la información estadista del Ministerio de la Producción, es decir no elaboramos conservas de pescado.

No es lo mismo lo sucedido con la producción de congelados de los recursos hidrobiológicos marinos que como se observa en el Cuadro N°02 se ha mantenido estándar a la producción de años anteriores y como dice nuestro amigo Toribio, la pesca artesanal es la que da alimento al pueblo.

Esta es una actividad que debería ser más apoyada, en realidad es la producción de pescado fresco que le agregan hielo descamado, pues es también fuente de empleo, pero muy sensibles a los avatares del mar.

Por lo pronto debe apostarse por contar con un nuevo Desembarcadero en el norte de Ilo, desde nuestro punto de vista nunca debió volver a reconstruir, mejorar o lo que sea sobre el actual porque está totalmente metido en la ciudad. Pero, así lo determinaron algunos sabios de FONDEPES, del Ministerio de la Producción y del anterior Gobierno Regional. No le deparo buen futuro, espero equivocarme.

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