POR: PROF. HUGO GALDOS VIZCARRA
Los resultados de la Evaluación Censal del Educando (ECE) 2018 han dejado un saldo largamente favorable para las instituciones Educativas privadas frente a las estatales a nivel nacional.
Para citar algunos casos aquí en la Región Moquegua en Lectura del cuarto grado de Primaria los Colegios Privados alcanzaron un 60,4% de aprobación frente a un 47,8% de los estales, mientras que en Matemática del mismo grado los privados obtuvieron 55% frente a los 52,0% de los estatales.
Lo mismo ha ocurrido en secundaria donde incluso en Lectura la brecha es más grande ya que los privados alcanzaron 44.1% frente a los 27,4 de los estatales (17 puntos de diferencia). Igual ocurre con Matemática, Ciencias Sociales y Ciencia y Tecnología.
Los resultados son semejantes a los que se han obtenido a nivel nacional, que reafirma el avance de los privados que se han resarcido ya que en la ECE del 2016 en varias áreas fueron superados por los estatales.
Los colegios privados que están dentro de las normas vigentes y que no los envuelve un afán de lucro han sabido cubrir el difícil de atención que tiene el estado con la Educación. El gobierno por razones presupuestales no se da vasto para cubrir con el servicio educativo nacional y es ahí donde el privado coadyuva a este propósito de atención educativa.
Algunos congresistas han pretendido satanizar el sector privado educativo apelando por cierto a la existencia, no negada, de algunos colegios privados capitalinos que desdicen de toda ética laboral y de servicio, Pero la mayoría y sobres todo en provincia se pretende trabajar de acuerdo a norma y sin trasgredir el adecuado servicio educativo.
Es finalmente el padre de familia quien opera su derecho a buscar y encontrar una escuela acorde con sus necesidades para él y principalmente para sus hijos. Los padres en muchos casos apoyan decididamente a las exigencias de una educación privada que les otorga seguridad de una atención adecuada para sus menores hijos.
Volviendo al tema de las cifras, habría que destacar en Ilo lo logrado por el Colegio Particular Enrique Meiggs, donde en el área de Matemática del segundo grado de secundaria logró el 100% de aprobación (es decir sus 25 alumnos del aula lograron aprobar sus objetivos de aprendizaje).
No se quedaron cortos y dieron la talla colegios privados como el Gonzales Prada, William Prescott, Betesda y San Luis que igualmente alcanzaron elevados porcentajes de aprobación.
En el lado de los estatales sacaron la cara el Coronel Francisco Bolognesi de Miramar que tanto en Lectura y Matemática del cuarto grado de primaria alcanzo el primero y segundo lugar dentro del grupo de los estatales.
Igualmente, colegios estatales como el Carlos Alberto Conde Vásquez (varios años en los primeros lugares), Miguel Grau, Américo Garibaldi obtuvieron buenos porcentajes en primaria.
En secundaria, en el sector de los estales, la sorpresa agradable la puso el colegio Fe y Alegría de la pampa Inalámbrica que obtuvo primer lugar en Ciencias sociales y Ciencia y Tecnología.
De otro lado en cuanto al sexo los varones obtuvieron mejores resultados que las mujeres en las áreas de Ciencia (Matemática y CTA), tanto en primaria como en secundaria. En cambio, las mujeres sobre salieron en letras (Comprensión lectora y Ciencia Sociales), donde superaron largamente a los varones.
En cuanto al sector urbano y Rural en la región Moquegua, sigue adelante las ciudades, pero la brecha no es grande porque en primaria (lectura) el urbano tubo 50,3% y el rural 43.0% (solo 7% de diferencia), mientras que en matemática la brecha fue amplia a favor de las ciudades.
Vienen ahora los análisis y evaluaciones de procedimiento en las regiones que ocuparon los primeros puestos. Qué paso, qué falto cuál fue el factor que no estuvo acorde con las exigencias de la prueba ECE.
El prestigio de algunas regiones está asociada a sus resultados de la ECE, delegaciones de diversas partes del país visitan Tacna y Moquegua en búsqueda de la “receta secreta” que les permita despuntar en el espectro educativo de la ECE a nivel nacional.