POR: DR. ENRIQUE AZOCAR PRADO
La izquierda dice que la gran minería explota, ¿y la gran banca no?, La gran industria no explota, ¿la gran agricultura no explota?, ¿La izquierda no tiene ojos para para los otros grupos de poder?
Soy un crítico ácido de la izquierda inconsecuente y a las más de las veces incongruente, y en ocasiones me deslizo hacia una crítica a la misma «filosofía socialista», y creo que allí me excedo, pues inconsecuentes y hasta corruptos hay en todos lares. No es mi intensión en “poner a todo el mundo en el mismo saco”. Hay honrosas excepciones aquí, en el país y en el mundo. Ellos y ellas serán siempre admirables.
Sin embargo, creo que las diferencias que separan la izquierda y derecha hay en día son cada vez más difusas. El conflicto en Islay (por Tía María) ha servido para distanciar más las posiciones, pero creo que este distanciamiento es solo superficial y coyuntural, pues la izquierda no puede alinearse sólo con quienes rechazan la gran minería, pues también hay una gran industria (que paga sueldos de hambre) y una gran agricultura (de exportación, Ica o en Piura) por ejemplo.
En la Gran agricultura es donde se pagan los sueldos más miserables a pesar de las grandes ganancias en exportaciones de productos agrícolas. Pero sobre estos dos grandes sectores, la izquierda peruana no ha reclamado lo suficiente.
Por ello, creo que hay un sesgo por parte de la izquierda peruana que hace que uno piense que hay aprovechamiento político (por el creciente rechazo entre la población hacia la minería) y no una defensa sólida de la clase trabajadora. Es decir, la izquierda se enfoca en lo coyuntural y no en el posicionamiento ideológico.
Creo, además que la izquierda también comete un error cuando solo rechaza a la Gran Minería (y suponiendo que también rechaza a la Gran Industria y a la Gran Agricultura), pues olvida que también en una pequeña empresa, en una pequeña explotación minera y hasta en un pequeño fundo, también se explota a los trabajadores.
No hay diferencias significativas entre la explotación de miles de trabajadores y la explotación de pocos (como en una fábrica de calzado o en un taller mecánico).
En el sistema socio económico actual, casi todos estamos de acuerdo en fomentar la libertad de empresa, en un estado fuerte, en la libertad de mercado, en el emprendimiento individual, en el fomento de la riqueza privada. Y por supuesto, todos estamos de acuerdo en lograr una mayor distribución de la riqueza para lograr una mayor equidad y la paz social.
Mi posición a favor de Tía María, no representa mi postura de “derecha”, como tampoco el alinearse a los pobladores de Islay que rechazan a la minera mexicana convierten a un individuo en «izquierdista». Hay ambientalistas de “derecha” y promotores de minería en la izquierda, hay pro mineros en Miraflores, como en una barriada popular
Creo que la izquierda peruana no debe enfocarse en criticar sólo a la Gran Minería y dejar de lado la lucha por modificar un sistema político que fomenta el individualismo, la vacuidad del consumismo, y la ambición desmedida por el lucro.
Estos tres “valores” no solo son asumidos por los grandes potentados, pues en algún rincón de una barriadao hay también un comerciante cualquiera que sueña en convertirse en un gran «potentado», en un gran millonario, sin importarle pisotear derechos e ignorando la responsabilidad social que solo se exige a la gran empresa.