De cara al bicentenario

El símbolo que nos debe guiar en este aniversario, nuestro indiscutido emblema en esta gesta por la independencia, no hay duda que debe ser nuestro paisano el Mariscal Domingo Nieto. Él estuvo presente en todas las jornadas que nos condujeron a un país libre. Es más, su conducta a lo largo de su corta vida, es un ejemplo de civismo que siempre debemos ofrecer a las nuevas generaciones.

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POR: GUSTAVO VALCÁRCEL SALAS

La actividad cultural en los próximos dos años estará girando en torno a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia nacional. A ella se suma la de la batalla de Ayacucho, con la que se consolida la libertad de América.

Es sin duda la conmemoración más importante y Moquegua tiene especiales motivos para recordarla. Si nos limitamos a los años que van entre 1820 y 1825, no bien llegó San Martín al Perú planificó la expedición que en el sur inició Miller en 1821, abarcando a nuestra ciudad, en una sobresaliente campaña guiado por nuestro paisano Bernardo Landa. Entonces se enroló el joven Domingo Nieto.

Con el afán de liquidar al ejército español, en 1823 se lleva a cabo la expedición al mando de Rudecindo Alvarado. Se llevan a cabo las desastrosas batallas de Torata y Moquegua, seguida del cruel saqueo a la ciudad. Medio año después sigue la segunda campaña, liderada por Santa Cruz, en el mismo escenario y con los mismos aciagos resultados. Entonces Moquegua proclamó por segunda vez su independencia. El heroísmo demostrado por el pueblo motivó para que la ciudad fuese declarada “Benemérita a la Patria”. En ambas jornadas se batió Nieto, que después brilló en Junín y Ayacucho, siendo declarado “Benemérito en grado eminente”.

El símbolo que nos debe guiar en este aniversario, nuestro indiscutido emblema en esta gesta por la independencia, no hay duda que debe ser nuestro paisano el Mariscal Domingo Nieto. Él estuvo presente en todas las jornadas que nos condujeron a un país libre. Es más, su conducta a lo largo de su corta vida, es un ejemplo de civismo que siempre debemos ofrecer a las nuevas generaciones.

Motivo por el que el departamento en su conjunto, a través de sus autoridades, debe pedir al Gobierno que al no haberse cumplido la Ley de 1944 por la que se comprometía erigir a Nieto un mausoleo en nombre de la Nación en el lugar donde pidió ser sepultado, ahora por haberse trasladado sus restos a Lima al Panteón de los Próceres, le debe construir una estatua ecuestre en las pampas de San Antonio, escenario de su última batalla.

Del mismo modo, debemos pedir que se restituya el nombre de la sala “Mariscal Domingo Nieto” en el edificio “Haya de la Torre” del Congreso de la República, gesto con el que se rendía un homenaje a quien dedicó su vida luchar por el imperio de la ley y el respeto a la Constitución, nombre que fuera indebidamente cambiado.

Junto a la figura de Nieto, por cuyas virtudes cívicas fue llamado el “Quijote de la Ley”, la obra física que debemos fijarnos como meta emblemática durante estos años es la restauración y puesta en valor del inmueble donde el Libertador Simón Bolívar fundó el Colegio de Ciencias y Artes “San Simón”.

La historia de este Colegio se remonta a 1711 cuando José Hurtado de Ichagoyen donó su fundo de Yaravico y su casa para crear el Colegio jesuita “San José”, luego convertido en Franciscano de Propaganda Fide sobre cuyas bases Bolívar erigió el plantel que hoy lleva su nombre.

Incorporaremos más de trescientos años de fecunda historia, con la que el pueblo de Moquegua debe identificarse y alimentar su identidad, a la par que estaremos entregando la joya arquitectónica más valiosa del departamento, que adecuadamente trabajada puede convertirse en el polo de atracción turística que tanta falta nos hace para impulsar la economía local.

HOMENAJE A NIETO EN 1944

Transcribimos la Ley por la que en 1944 el Gobierno le rinde homenaje a Nieto al conmemorarse el centenario de su muerte, disponiendo se construya en nombre de la Nación un mausoleo en Sancara (Samegua). Como los restos fueron trasladados en 1963 a la ciudad de Lima, al Panteón de los Próceres, el Gobierno debe honrar su compromiso con la memoria de Nieto construyéndole una estatua ecuestre en la plaza de San Antonio, escenario de su última batalla.

Esta Ley fue publicada en el diario “El Comercio” y en el semanario moqueguano “El Heraldo” del 20 de febrero de 1944, con el título:

El Supremo Gobierno rinde homenaje al Gran Mariscal don Domingo Nieto en el 1er centenario de su muerte.

El Presidente de la República.

CONSIDERANDO:

Que el primer centenario de la muerte del Gran Mariscal del Perú don Domingo Nieto se cumplirá el día 17d el mes en curso;

                Que el Gran Mariscal Nieto luchó por la independencia del Perú y combatió en Junín el 6 de agosto y en Ayacucho el 9 de diciembre de 1824;

                Que son eminentes los servicios prestados a la Nación por el Gran Mariscal Nieto;

                Que un sector de la colectividad moqueguana ha solicitado la traslación de los restos mortales del Gran Mariscal al Panteón de los Próceres de la Independencia y otro sector de la misma colectividad se opone a esa traslación, invocando el anhelo de que permanezcan en Moquegua;

                Que, en el testamento del Gran Mariscal, suscrito en el Cuzco, el 17 de febrero de 1844, pide aquél que su cuerpo embalsamado sea “conducido” a la ciudad de Moquegua, donde se sepultará en el punto de Sancara, llamado Alto de Yunguyo”;

                Que se debe dar cumplimiento a la disposición testamentaria señalada, sin perjuicio de que sea atendido el anhelo y satisfecha la obligación de perpetuar la memoria del Gran Mariscal Nieto en el Panteón de los Próceres;

                Que los restos mortales del Gran Mariscal, recibidos por la ciudad de Moquegua el 11 de abril de 1844, se hallan actualmente en un sarcófago que se conserva en el Cementerio de esa ciudad;

                Y, de acuerdo con el voto consultivo de la Comisión creada por Decreto Supremo del 20 de enero del presente año;

                DECRETA:

                Artículo 1º.- Los restos mortales del Gran Mariscal del Perú, don Domingo Nieto, serán conservados en un Mausoleo que erigirá el Gobierno, en nombre de la Nación, en el sitio señalado por el Gran Mariscal en su testamento;

                Artículo 2º.- En el Panteón de los Próceres será colocada una placa metálica para perpetuar la memoria del Gran Mariscal don Domingo Nieto, Prócer de la independencia del Perú;

                Artículo 3º.- El día 17 del mes en curso, en el Templo de Santo Domino de la ciudad de Moquegua, se oficiarán solemnes honras fúnebres, en memoria del Gran Mariscal Nieto, con asistencia de las autoridades, funcionarios públicos, instituciones y sociedades y con l colaboración de las fuerzas armadas, el colegio y escuelas de dicha ciudad;

                Artículo 4º.- El Cuartel del Ejército, que se construirá en breve en Moquegua, llevará el nombre de “Mariscal Nieto”.

                Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los quince días del mes de febrero de mil novecientos cuarenta y cuatro.

MANUEL PRADO       ALFREDO SOLF Y MURO

Mariscal Domingo Nieto Márquez.

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