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Cultura de prevención ante los desastres naturales

Por: Wilfredo Mendoza Flores

Reitero, los llamados padres de la Patria recibieron sus credenciales y ahora se abocan a decidir en qué comisiones de trabajo congresal van a integrarse o participar. Por el momento participan en las diferentes bancadas para desde allí cumplir con el Reglamento del Congreso; siempre y cuando, algunos de ellos, a última hora, como buenos tránsfugas y golondrinos invitados que no tienen arraigo doctrinario e ideológico, estén pensando irse a otra bancada parlamentaria afirmando disculpas y justificaciones, dicen para fortalecer la institucionalidad.

Más adelante, veremos si son capaces de cumplir con la reforma política, judicial y la lucha contra la corrupción y exigir que los congresistas cumplan con su promesa de suspender a su inmunidad para no incurrir en la impunidad, porque muchos de ellos, ahora se sabe que están involucrados o denunciados en presuntos delitos; y si es verdad que van a trabajar por el bienestar de la población que los eligió, es decir servir al pueblo que no cesa en justas demandas y reclamos. Punto aparte.

Las escenas de las lluvias, ingreso de torrenteras, aluviones, huaicos y movimientos sísmicos con secuelas y consecuencias latentes originando que hayan cientos de damnificados motivan una reflexión seria y responsable con mayor prontitud porque, nadie en sus sano juicio quiere que se repita este desastre natural, porque además de haber perdido bienes y materiales; como el de no recibir integralmente ayuda a través de donaciones de organizaciones humanitarias, también recordamos que algunas autoridades suelen aprovechar el desconcierto para no otorgar el apoyo a los que realmente necesitan; pues solo favorecen a sus allegados y no -reitero- a la población necesitada; y estos se ven obligados a organizarse a través de ollas comunes para no padecer hambre y en espera de la ayuda.

Cómo no recordar el terremoto de junio del 2001, donde se observó la práctica del favoritismo para pocos y la marginación a las mayorías, cómo no recordar que las donaciones de mayor valor e importantes eran acaparados por las autoridades y por los de su entorno; y lo que sobraba eran para los que necesitaban, cómo olvidar que muchos materiales e insumos –con los logotipos de las empresas donantes- aparecieron en las campañas electorales para ser utilizados políticamente. De esto, el pueblo no debe olvidar, porque siempre habrán avivatos y vividores que estarán prestos a vivir de la desgracia y de la necesidad de otros. Esta es una verdad indiscutible.

Al margen de estos hechos, trae a colación lo siguiente: Nuestro Perú al estar ubicado en el Círculo de Fuego del Pacífico, zona eminentemente considerada sísmica; el calentamiento global y el cambio climático ha hecho variar y cambiar la realidad en todos los aspectos, principalmente ahora más que nunca urge conocer los trabajos que realiza la gerencia de ordenamiento territorial y una revisión al Plan Director del Desarrollo Urbano  pero lo que, nuestras autoridades no deben perder de vista de que Moquegua y sus pueblos son vulnerables de sufrir en cualquier momento el embate de la naturaleza por lo que, las Plataformas Distritales, Provinciales y del propio Gobierno Regional de Defensa Civil y de seguridad ciudadana, deben emprender acciones de prevención de manera permanente y constante, no solo mediante simulacros y ensayos que, en el mayor de los casos caen en un pozo oscuro y profundo, porque la población  se muestra reacia, desinteresada e indiferente; y esto es consecuencia de la falta de una cultura de prevención en la ciudadanía. Por no informarse oportunamente se cae una desinformación.

En resumen, no bastan ni serán suficientes los llamados simulacros que resultan siendo, solo un saludo a la bandera donde se gastan algunos cientos y miles de soles, sin resultado alguno. Hay que planificar y organizar otros eventos de sensibilización, especialmente en todas las instituciones educativas de inicial, primaria, secundaria y superior y en los centros labores del sector estatal y privado.

Que dichas acciones de sensibilización sean en todos los medios de comunicación social masiva. Digo en todos y no, sólo en algunos. O, en el mejor de los casos, se preparen cartillas informativas que orienten a la ciudadanía. Por otro lado, es muy necesario que los que laboran en las Plataformas de Defensa Civil, Distrital, Provincial y en el COER Regional, cuanto antes, identifiquen las zonas críticas y vulnerables, preferentemente las casonas de mucha antigüedad, porque, no basta acordonar con cintas de color, sino que se hace necesario tomar medidas adecuadas, así no gusten. Lo importante es alertar el peligro eminente para los transeúntes que no miden las consecuencias.

Por tanto, las diferentes Plataformas de defensa civil, presididos por el gobernador regional y los alcaldes de las plataformas locales integrados por las instituciones y de organizaciones de base, deberán emprender con la ejecución de los planes de defensa –en muchos casos, se desconoce si lo tienen diseñado- para que se cumplan las acciones preventivas, concurrentes y posteriores. Por ejemplo –reitero- con acciones de promoción y difusión por todos los medios radiales, escritos y televisivos; alcanzar a las instituciones educativas y a la ciudadanía en general dípticos, trípticos, volantes, afiches con contenidos o textos informativos de manera didáctica. De esta manera la población estará informada oportunamente, tener conocimiento y estar preparada para afrontar cualquier eventualidad de desastre natural. Lo que importa e interesa es que la ciudadanía esté sensibilizada y concientizada, porque más vale estar prevenidos, pero de ninguna manera aceptar actos de corrupción, de detectarse algún indicio de favoritismo, discriminación y aprovechamiento, hay que denunciarlos.

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