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Corrupción en Imarpe

Ha causado asombro el escándalo de denuncias de corrupción en la se encuentra el Instituto del Mar del Perú (IMARPE) debido a que muchos creíamos en ella por su carácter científica y por ser considera entre una de las más serias de las instituciones del país. Ya no quepa duda que la corrupción está en todas las esferas y niveles de la institucionalidad pública y privada. El sector pesquero está considerado como el segundo más corrupción en el país e IMARPE parecía ser una isla no contaminada, sin embargo, las informaciones difundidas indican que también ha sido captada a actividades indebidas.

La información en concreto señala que altos funcionarios de esta institución científica han sido denunciados por la presunta adulteración de la data para modificar intencionalmente la cuota de pesca de anchoveta en beneficio de los grupos pesqueros del litoral peruano. Con fecha 7 de noviembre del año anterior, IMARPE informo al Ministerio de la Producción que existía una biomasa de anchoveta de 8,34 millones de toneladas y por esta premisa Produce en el mismo mes apertura la segunda temporada de pesca con una cuota de 2,590 TM en especial para la zona norte-centro en donde se da el mayor porcentaje de pesca para la industria. La experiencia y conocimiento de los pescadores afiliados al Sindicato de Pescadores de Chimbote y Anexos ponen la alarma ante tremenda exageración que reportan que se estaba extrayendo el 90% de anchoveta juvenil y por supuesto demandaron la suspensión de temporada de pesca.

Ante esta situación la ministra del ramo realiza con expertos incursiones en el mar y constata la triste realidad que el cardumen anchoveta en elevado porcentaje era en general anchoveta juvenil y que el supuesto informe de IMARPE no coincidía con la realidad de la biomasa anchoveta en el mar peruano. Los funcionarios argumentan que se cometió un error en la información, sin embargo, audios entre ellos demuestran lo contrario, intención concertada para alterar la información, elevar la cifra de biomasa anchoveta para implicar el establecimiento de una mayor cuota de la pesca de anchoveta.

Un simple análisis especulativo no lleva a señalar que la adulteración del informe por parte de los funcionarios no es gratuita, tiene la intención de servir a los grupos de la extracción de anchoveta y las empresas ligadas a este sector. No es entonces IMARPE el que cuida la sostenibilidad de mar, son los pescadores organizados el Sindicato de Chimbote los que asumen la defensa de su fuente laboral pues pescar anchoveta juvenil conlleva a la depredación del mar. No dejamos de mencionar el silencio cómplice de algunos funcionarios de Produce y empresarios harineros que no dijeron nada ante la afectación de la biomasa marina.

Lo ocurrido nos hace ver que la irresponsabilidad, la avaricia, insensibilidad social e inconciencia ecológica ambiental no tiene límites. Lamentablemente este hecho no es un caso particular, el sector pesquero está considerado desde hace varias décadas como el segundo en la corrupción del país. En el sur del Perú y en especial en Ilo lo hemos vivido con la pesca depredadora, la intención de destinar las 5 millas para la pesca industrial, la falta de observadores en las embarcaciones pesqueras, la recepción de anchoveta juvenil y pescado de consumo para la harina, el no pago de remuneraciones a pescadores según las normas legales, la venta de casi todas las embarcaciones a los grupos de la industria pesquera, la contaminación y uso de métodos vedados en la extracción del pescado, el ingreso a la cosa pública, caso del Gobierno Regional, para generar programas con nombre propio y beneficio particular, evidentes casos de corrupción sin sanciones por la actitud sospechosa de algunos fiscales y jueces. Ilo y el sur han dejado de ser un polo de industria pesquera.

Increíblemente la escasez del recurso y la disminución histórica de la producción de harina de pescado ha mantenido elevado el precio de la TM de este producto, de ahí el viene esta ansia sin límites por ganar dinero sin importarles a algunos el futuro de las empresas responsables y la fuente de trabajo de los pesqueros y pescadores. En el litoral la cosa es más grave, ya fuimos testigos de congresistas buscando favoritismos en los permisos y cuotas de pesca, la existencia de la llamada pesca negra que es pesca no declarada, ilegal y evasora de impuestos; la mala calidad de la producción de algunas empresas muy informales, las adulteraciones de las entregas en la tolva de las productoras entre otros.

Lo descubierto debe llevarnos a reiterar la lucha contra la corrupción. Es importante que IMARPE recupere su sitial de institución científica, por lo pronto se ha declarado su reorganización, se está denunciando a los funcionarios corruptos, la suspensión de la temporada de pesca, sin embargo, la operación de cirugía debería ser extrema y extirpar el tumor maligno en todo su sistema, avanzar también con otros funcionarios y empresarios que nos les importa el desarrollo sostenible de la pesca, si les importa la ganancia sin límites y a costa de cualquier medio. Porque no también investigar el famoso PAR que si bien no hubo sanción definitiva es también una puerta que no ha sido cerrada de la impunidad. No se hace ello la pesca será un triste recuerdo.

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