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Asegurar el empleo

Moquegua y sus gobiernos deben elaborar un modelo de desarrollo equitativo, sustentable e inclusivo que responda a la crisis económico – social que se avecina, que tenga la prioridad de atención de los pobres, los vulnerables y excluidos.

El Foro Económico Mundial (FEM) señala que el mundo vive dos pandemias, una es la reciente de la coronavirus y la segunda la económica.

El coronavirus ha sacudido toda la base económica mundial y durante la cuarentena ha paralizado la producción, después de ella ingresaremos a una recesión.

La principal manifestación de esta será el empleo. Las actuales decisiones tomadas por el gobierno central y el congreso es la de poner más dinero en el bolsillo de los ciudadanos para que sobrevivan cumpliendo su aislamiento como arma fundamental para aminorar los efectos de la pandemia y asegurar compras del corto plazo. La pandemia sanitaria es grave e inigualable porque abarca a todos los sectores sociales y países del mundo. Paralelamente se incuba la otra pandemia económica si es que no le ponemos remedios tanto en el escenario internacional, nacional, regional y local.

En el espacio que nos corresponde como es el regional y local es fundamental asegurar el empleo e iniciar un plan sanitario y económico-social que incida en los pobres y vulnerables.

Nuestro departamento (Moquegua) se caracteriza por tener una de las más altas tasas de Población en Edad de Trabajar (PET), los mayores de 14 años representan el 79.9 % del total de la población (Aproximadamente 148 mil habitantes).

A su vez este PET se divide en dos partes: 1) La Población Económicamente Activa (PEA) y 2) La Población Económicamente Inactiva (PEI). La famosa PEA es la más importante porque es la población que está ocupada y también desocupada y su cifra es de unos 106 mil habitantes.

Entonces tenemos la PEA ocupada y la PEA desocupada. Nos interesa y debe también involucrar a las autoridades en general asegurar la continuidad de la PEA ocupada que cuya número es de 103 mil habitantes aproximadamente.

Es importante porque su permanencia aseguraría que las personas tengan ingresos y enfrenten a la pandemia, alimentados y no desnutridos.

La PEA ocupada en un 23.9% está en la Agricultura y Pesca, 2.6% en la Minería, 5.4% en Manufactura, 10.5% en Construcción, 14.4 está en el Comercio, 8.5% en Transporte y Comunicaciones, Administración Pública, Defensa y Planes de seguridad representan el 9.3%, Hoteles y Restaurantes con 6.9%, Inmobiliarias y Alquileres con el 5.2%, Enseñanza el 6.8% y otros servicios el 6.8%.

En este último señalamos que están los que trabajan en el servicio de agua, electricidad, gas, intermediación financiera, servicios sociales, salud, servicios comunales y personales y las trabajadoras de hogares.

Nuestras actividades potenciales que se multiplican en otras en nuestro departamento son la minería, manufactura, construcción, administración pública y servicios en general. En ellas están las posibilidades que la embestida de la recesión no nos golpee ocasionando incremento del desempleo que según la estadística del INEI estuvo en 3.7% una de las más bajas en el escenario nacional.

De alta cirugía será la política en tiempos de corona virus.

Se tiene que asegurar la inversión privada en la minería, construcción, operatividad de puertos, el no cierre de las Mypes. Allí tenemos la continuidad de la construcción de Anglo América Quellaveco (AAQ), reactivación de la mesa con Southern Peru (SPCC), la potenciación de la plataforma logística del Puerto y Zona Especial de Desarrollo (ZED).

La inversión pública es más importante en el gasto eficiente y generación de empleo temporal, seguir avanzando con la culminación del proyecto de irrigación de Lomas de Ilo, la continuidad de la inversión central en el Terminal Portuario de Ilo, Hospitales de salud implementados y con modernos equipos de respiradores contra el anti corona virus, impedir la caída de la calidad educativa, ampliación del Procompite y créditos a las Mypes a bajo interés y por intermedio del Banco de la Nación entre otros.

Moquegua y sus gobiernos deben elaborar un modelo de desarrollo equitativo, sustentable e inclusivo que responda a la crisis económico – social que se avecina, que tenga la prioridad de atención de los pobres, los vulnerables y excluidos y como dice la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) aplicar medidas de emergencia sanitaria como fortalecer los sistemas de salud y garantizar el acceso de la población a las pruebas, medicinas y formas de curación por lo del COVID 19.

Medidas de emergencia económica-social que aseguren el ingreso de los trabajadores y sus familias, garantizar el empleo, subsidio al desempleo y a los sectores vulnerables incluyendo a los extranjeros, ingreso básico de emergencia, medidas de apoyo a las Mypes y trabajadores independientes. ¿De dónde? Si hay, se tiene que recomponer los presupuestos y siempre en el fondo de la olla no faltan los recursos por entregar como la deuda social con los maestros o los RDR que al final de cuentas son de la comunidad.

En los momentos más difíciles en que los gobernantes se les ve las capacidades de liderazgo y no estar entretenidos en la canasta que una acción urgente que requiere de equipos logísticos  rápidos, sensibilizados e involucrados con la problemática social (1).


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